Seguramente lo has oído antes, pero ¿por qué? Si siempre nos han dicho que no está bien reírse de los demás…¿Por qué va a estar bien reírse de uno mismo?
Se pueden dar varios argumentos. La risa siempre se ha visto como un antídoto frente al estrés, frente a la ira, la tristeza, la ansiedad…es incompatible con muchas emociones desagradables, y esto de por sí ya está muy bien.
Pero además, para poder reírnos de nosotros mismos, primero debemos representarnos a nosotros mismos, es decir, “separarnos” de nosotros mismos… defusionarnos, tal como se diría desde la Terapia de Aceptación y Compromiso.
De este modo ya no nos identificamos con las emociones de miedo o tristeza, o con pensamientos de derrota o vergüenza, sino que nos percibimos como sus observadores…somos más que nuestros pensamientos y que nuestras emociones.
Es como si nos observáramos mediante la imaginación, para poder, en cierta medida, vernos como vemos a los demás, y a partir de ahí, reírnos de nuestros miedos, de nuestros errores y fracasos, de nuestras expectativas, ilusiones y desilusiones, vergüenzas, obsesiones, actuaciones, etc.
El hecho de “separarnos” de nosotros mismos, nos permite alejarnos de alguna forma de esas emociones o pensamientos sobre los que vamos a reírnos.
Reírnos de nosotros mismos cuesta en principio un pequeño esfuerzo, ya que es como si atentáramos contra nuestra autoestima; pero una vez que reconocemos que podemos equivocarnos, tener miedos, o hacer el ridículo como el resto de los mortales, la autocompasión y la risa pueden fluir sin barreras.
Reírnos de nosotros mismos relativiza la importancia de las cosas y nos ayuda a perdonarnos por nuestros errores o fracasos.
Desde luego si trato de encontrar algún autor de cine que se ría de sí mismo, el primero que me viene a la cabeza es el inigualable Woody Allen; nadie como él para reírse de sí mismo en sus películas y al mismo tiempo permitir que se rían de él. Ahí va una muestra:
En este primer trailer habla autobiográficamente de la relación con su madre. Precisamente su psiquiatra le dice que trate de tomarse la relación con sentido del humor y él le dice que no puede.
En esta otra película saca a relucir uno de sus múltiples miedos, en este caso en una escena con Christopher Walken, que hace de hermano de su novia.
¿Y tú qué?, ¿te haces gracia o no?