Un estudio reciente ha demostrado que si nos contaran repetidamente un suceso ficticio autobiográfico, más del 50% de nosotros creeríamos que había sucedido, y algunos, incluso, podrían elaborar aún más lo inicialmente relatado.
Los autores del trabajo, que pertenecen a la universidad de Warwick en el Reino Unido, han publicado los resultados de este trabajo en la revista Memory.
Podríamos definir la memoria como aquel proceso por el cual nuestro cerebro almacena y recupera la información sobre las experiencias pasadas. La memoria juega una parte fundamental en nuestra vida, tanto en el aprendizaje, como en la toma de decisiones, los planes, las relaciones sociales y el sentido de identidad. Una prueba de esto es lo que ocurre en la vida de las personas que sufren amnesia anterógrada.
Sin embargo, hace ya tiempo que se asume que la memoria es reconstructiva y no reproductiva, ya que nuestros recuerdos pueden ser el resultado de experiencias distorsionadas por el contexto social, la imaginación, las creencias, e incluso, las influencias ajenas.
Los investigadores analizaron los datos de ocho estudios en los que se usó la “implantación de recuerdos”, en los cuales se sugerían sucesos autobiográficos falsos a los participantes, como tener problemas con un profesor del colegio, dar un paseo en globo o causar problemas en una boda.
Estos falsos recuerdos eran repetidos a los participantes utilizando técnicas sugestivas que incluían narraciones y/o fotos ficticias.
En total el estudio incluyó a 423 participantes, de los cuales alrededor del 53% mostró algún grado de creencia de haber vivido estos falsos eventos.
De estos sujetos, más del 30% aseguró recordar los sucesos, describiendo lo ocurrido incluso con adición de detalles.
Los mismos autores de este trabajo han aplicado sus descubrimientos a investigaciones sobre la veracidad de las declaraciones de los testigos en los juicios, pero…no hace falta ser tan rebuscado, ¿verdad?
¿Cuántas de nuestras decisiones están basadas en recuerdos? ¿Y son auténticos? ¿o están distorsionados?
Nuestra mente crea documentales
Un documental es la selección de escenas que un editor ha realizado sobre múltiples grabaciones; el criterio de selección es el interés, que suele coincidir con aquellas escenas de mayor impacto emocional.
Por ejemplo para elaborar un documental sobre la vida salvaje en Kenia, se han tenido que grabar diferentes escenas de sus parajes durante meses, qué más tarde se seleccionan y se condensan en una hora o dos de documental. Pero para saber realmente cómo es aquello, es necesario viajar hasta allí.
Pues nuestra mente funciona igual: selecciona aquellas escenas emocionalmente más intensas y nos las ofrece como una versión de lo que ocurrió…pero desde luego, no es todo lo que ocurrió…sino mucho menos.
Por tanto, cuando te plantees realizar una acción importante en tu vida, sé consciente de que si lo consultas con tu mente, lo que te va a ofrecer es una versión sesgada de lo ocurrido en ocasiones anteriores…y quizás no sea muy útil basarte sólo en documentales.