Desamparo, incertidumbre, presión, tristeza, miedo, rabia, inseguridad, dolor...cuántas emociones que no nos gustan y que a veces vemos como obstáculos insalvables en el camino.
Si al notarlas les prestamos toda nuestra atención mientras tratamos de evitarlas, ¿cómo vamos a seguir avanzando?
Si andas por un camino y te quedas mirando cada piedra que encuentras en él, ¿no será más fácil que te tropieces?
¿No basta con mirarla lo suficiente para saber que está ahí y a continuación seguir adelante?
Siempre va a haber piedras...y camino.