Hay determinadas creencias sobre la ansiedad que están ampliamente instauradas en nuestra sociedad. Pueden ser perjudiciales en cuanto coartan y limitan a las personas que la sufren. Estas son algunas de ellas.
Mito 1. Los problemas con la ansiedad son biológicos y hereditarios.
La mayor parte de las investigaciones actuales sugieren que las personas no nacen con desórdenes de ansiedad. Se estima que la contribución genética a la ansiedad es del 30 al 40%; esto indica una vulnerabilidad a la ansiedad pero esta predisposición no implica en absoluto la obligación de padecer un desorden de ansiedad: el 60-70% restante de contribución a la ansiedad tiene que ver con cómo nos relacionamos con nuestros miedos o, en otras palabras, qué hacemos con nuestros pensamientos y emociones.
Esto es lo más importante porque no podemos cambiar nuestros pensamientos ni emociones; tampoco podemos cambiar nuestros genes, pero lo que sí que podemos cambiar es nuestra vida, cambiando lo que hacemos…cambiando lo que hacemos cuando sentimos ansiedad.
Mito 2. La ansiedad intensa es anormal.
La ansiedad intensa por sí misma no constituye un trastorno de ansiedad.
Es cierto que en ocasiones el miedo y la ansiedad elevados pueden parecer abrumadores, pero necesitamos la capacidad de sentir emociones intensas como el miedo y la ansiedad, de hecho la mayoría de las personas podrían informar de más de un fuerte episodio de ansiedad en algún momento de sus vidas. Sentir emociones intensas es algo normal y natural. De hecho, sentir miedo y ansiedad ha permitido que nuestra especie sobreviva.
La ansiedad no es el verdadero problema, el problema es la barrera que puede suponer en la vida de una persona, pero no tiene por qué ser así…todo depende de cómo nos relacionemos con la ansiedad.
Mito 3. La ansiedad es un signo de debilidad.
Pues no es así, El dolor emocional es algo normal en los seres humanos.
Es posible que tu mente te diga que otras personas hacen muchas cosas de as que tú eres incapaz sin sentir el menor rastro de ansiedad…pues tu mente se equivoca.
¿Acaso dispone tu mente del poder de la telepatía? ¿es que es capaz de meterse en la mente de otra persona o en su cuerpo para saber lo que siente cuando está haciendo algo que a ti te cuesta hacer?
Si fueras capaz de ser la sombra de una persona que crees que no tiene ningún miedo de hacer esas cosas que a ti te aterran, quizás te llevarías una sorpresa. Si pudieras estar las 24 horas del día observando a esa persona, si pudieras ver lo que piensa y lo que siente, seguramente llegarías a una conclusión: esa persona no es tan diferente de ti.
Esa persona también siente miedo, se pone nerviosa y ansiosa, se entristece, se enfada y, en ocasiones, se siente sola.
No hay nada malo en ti. Tienes todo lo que necesitas. Si quieres cambiar tu vida sólo tienes que cambiar lo que haces con tu tiempo y energía.
Mito 4. Hay que controlar la ansiedad para tener una vida significativa.
Para vivir mejor no necesitas primero sentirte mejor y tener mejores pensamientos. De hecho, tratar de controlar tu ansiedad es precisamente lo que aumenta tu dolor emocional, pues es lo que restringe y limita tu vida.
¿Cuántas cosas has dejado de hacer por evitar la ansiedad? Es precisamente eso y no la ansiedad lo que te está perjudicando, lo que está vaciando tu vida.
Tratar de acabar con la ansiedad para después continuar con tu vida es el verdadero bloqueo; el tiempo y energía que empleas sin fruto en esa batalla te agota.
Sin embargo, puedes aprender a vivir mejor sin antes tener que sentirte mejor y tener mejores pensamientos.
Mientras más luchas más te enredas más en la tela de araña de tu ansiedad.
¿Y si ves los pensamientos como lo que son, simplemente pensamientos y no realidades?
¿Y si notas tus sensaciones como lo que son, simples sensaciones?
¿Qué pasa si sientes el latido del corazón acelerado como el latido acelerado sin tomar en cuenta a tu mente cuando te dice que vas a tener un ataque el corazón?
¿Y si te permites sentir la sensación de tener poco aire aun notando a tu mente diciéndote que no puedes respirar?
Prueba a estar con los escalofríos y con otras sensaciones notándolas como lo que son, sensaciones.
Una vez que te permitas permanecer en compañía de tus sensaciones, emociones y pensamientos sin dejarte llevar por ellos serás libre para poder moverte hacia lo que realmente te importa en la vida.
Con la Terapia de Aceptación y Compromiso y a través del Mindfulness puedes aprender ejercicios para poder tratar a tus pensamientos, recuerdos, emociones, sensaciones e impulsos como lo que son y ser libre para elegir y hacer lo que es significativo e importante para ti.