Hay bastantes publicaciones científicas que afirman que tener hij@s no aumenta la satisfacción de los miembros de una pareja, sino todo lo contrario; sin embargo, tal como nos cuentan Jacobson y Christensen, los creadores de la Terapia Integral de Pareja, el efecto estadístico de los resultados de estos trabajos es despreciable y tiene una elevada variabilidad: ellos afirman que muchas relaciones de pareja mejoran tras el nacimiento de l@s niñ@s.
Esto no quiere decir EN ABSOLUTO que sea recomendable que una pareja cuya relación deja bastante que desear se disponga a procrear para mejorar su relación, ya que lo primero debería ser considerar el tipo de hogar en el que va a crecer su descendencia: no hay que olvidar que la relación que tengamos con la pareja con la que convivimos va a influir inevitablemente en la relación que tengamos con nuestr@s hij@s.
Lo que los autores citados quieren decir es que la unión formada por la experiencia parental es un protector muy efectivo frente a lo que ellos llaman la Erosión del Refuerzo.
Esta erosión es un proceso natural, que tiende a estar presente en todas las parejas, a consecuencia de la habituación, de tal modo que comportamientos de la pareja que antes eran reforzantes, dejan de serlo.
Por ejemplo, las bromas de tu pareja, de las que en tantas ocasiones te reíste durante la fase de cortejo o enamoramiento, pueden empezar a resultar aburridas, o pesadas cuando empiezas a ser consciente de las veces que las ha repetido en tu presencia…
Otro ámbito típicamente afectado por la erosión del refuerzo es la relación sexual…es probable que a pesar de la creatividad de alguno o de ambos miembros de la pareja, el erotismo y el misterio que evoca el cuerpo de la pareja pueda ir disminuyendo según transcurre la relación…
En fin, que parece ser que el tiempo termina produciendo de forma natural en todas las parejas, en mayor o menor grado, algún tipo de erosión o desgaste del refuerzo, aunque hay muchas parejas que, también de forma natural, se las ingenian para seguir manteniendo el interés y la unión mutua…y a lo que íbamos: uno de esos maravillosos ingenios es la descendencia.