Casi todos hemos oído hablar de la mood food, también llamada “cocina de la felicidad”, que consiste en un movimiento gastronómico que promueve el alcance del bienestar emocional a través de la comida, pero en este post quiero exponer los resultados de un estudio publicado en BMC Medicine que sugieren la relación entre la dieta mediterránea y la salud mental.
La directora de este trabajo es Almudena Sánchez-Villegas, investigadora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que ha estado muy relacionada con el Proyecto SUN de la Universidad de Navarra.
El Proyecto SUN es un importante estudio que comenzó en 1999 y con el que se ha tratado de determinar la influencia de factores como la dieta y el estilo de vida en la salud a lo largo del tiempo.
Para la realización del trabajo dirigido por Almudena Sánchez-Villegas, los investigadores compararon tres tipos de dieta diferentes que han mostrado tener una relación inversa con la mortalidad causada por diversas enfermedades, entre ellas, las cardiovasculares y el cáncer; como parte de este estudio, se evaluó a 15,093 participantes del Proyecto SUN.
Se estudió la dieta de todos los participantes durante 10 años; hay que tener en cuenta que ninguno de ellos tenía depresión al principio del estudio, sin embargo, tras el período de seguimiento, 1550 participantes confirmaron un diagnóstico clínico de depresión o informaron de haber tomado antidepresivos.
Aunque los tres tipos de dieta estudiados produjeron un descenso en el riesgo de sufrir depresión, la dieta que mejores resultados dio fue la que se caracterizaba por contener pan integral con cereales, nueces, legumbres, frutas, vegetales y alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados y omega-3.
Según Sánchez-Villegas, el papel protector de esta dieta es debido a sus componentes nutricionales, de modo que las nueces, las legumbres, las frutas y los vegetales son los responsables de la reducción del riesgo de desarrollar una depresión.
Además, la buena noticia es que los efectos protectores tienen lugar incluso con una adherencia moderada a la dieta.
Por tanto, ya podemos decir que la dieta mediterránea promueve la salud integral, pues no sólo facilita el buen estado físico, sino también la salud mental.
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