Actualmente comprar es facilísimo. Ni siquiera tienes que estar físicamente en una tienda para poder adquirir productos de una variedad casi tan extensa como pueda abarcar tu imaginación.
De hecho, el comercio on-line nos permite realizar compras de artículos que se encuentran a miles de kilómetros tan sólo con realizar varios clicks en nuestro ordenador o pulsar la pantalla táctil de nuestro teléfono móvil.
¿Fantástico verdad?
Pero como muchas cosas, esta accesibilidad puede tener su parte negativa: la adicción a las compras.
La buena noticia es que en una investigación realizada en la Facultad de Psicología de la Universidad de Bergen se ha desarrollado un nuevo y único método para medir la adicción a las compras: la Escala de Adicción a las Compras de Bergen.
Según el Dr. Andreassen, director de la investigación, esta adicción ocurre mayormente en mujeres, suele comenzar en la adolescencia tardía y comienzos de la edad adulta y su frecuencia disminuye con la edad.
Los diferentes estudios sobre esta temática indican que los síntomas de la adicción a las compras están muy relacionados con los síntomas de adicción a las drogas, y se encuentran en mayor riesgo de padecerla las personas con alguno de los siguientes rasgos:
-Extroversión: la hipótesis es que las personas extrovertidas podrían buscar en las compras compulsivas expresar su individualidad o aumentar su estatus social y atractivo personal.
-Neuroticismo. Las personas con este rasgo usarían las compras como vía de escape de los pensamientos negativos y sentimientos de angustia.
-Ansiedad, depresión o baja autoestima: de igual forma, quienes padecen estos síntomas buscarían en las compras una forma de evitar los sentimientos y pensamientos desagradables, aunque paradójicamente la adicción los aumentaría.
Entonces, ¿Qué tipo de personas son tienen el menor riesgo de sufrir esta adicción?
Pues según el estudio citado, serían las personas conscientes, agradables y que disfrutan con los estímulos intelectuales novedosos las que más a salvo se encontrarían de padecerla.
Y una vez que tenemos toda esta información, vamos a ver cuál es la escala de diagnóstico que han ideado los psicólogos de la Universidad de Bergen.
Se trata de asignar uno de los siguientes valores: (0) Completamente en desacuerdo, (1) en desacuerdo, (2) Ni en desacuerdo ni de acuerdo, (3) De acuerdo, (4) Completamente de acuerdo, a cada uno de los siguientes ítems, en función del grado de acuerdo que te sugieran:
-Piensas en comprar cosas todo el tiempo.
-Compras cosas para cambiar tu estado de ánimo.
-Compras tanto que afecta negativamente a tus obligaciones diarias.
-Sientes que cada vez tienes que comprar más y más para obtener la misma satisfacción que antes.
-Alguna vez has tomado la decisión de comprar menos pero no has sido capaz de llevarla a cabo.
-Te sientes mal si por alguna razón no puedes comprar cosas.
-Compras tanto que ha perjudicado a tu bienestar.
Y he aquí el veredicto:
Si has contestado al menos a cuatro ítems con un (3) o con un (4), según el Dr. Andreassen, tienes adicción a las compras. Bueno, ¿Qué tal ha ido?
Puedes ver el artículo original de la investogación aquí.
De hecho, el comercio on-line nos permite realizar compras de artículos que se encuentran a miles de kilómetros tan sólo con realizar varios clicks en nuestro ordenador o pulsar la pantalla táctil de nuestro teléfono móvil.
¿Fantástico verdad?
Pero como muchas cosas, esta accesibilidad puede tener su parte negativa: la adicción a las compras.
La buena noticia es que en una investigación realizada en la Facultad de Psicología de la Universidad de Bergen se ha desarrollado un nuevo y único método para medir la adicción a las compras: la Escala de Adicción a las Compras de Bergen.
Según el Dr. Andreassen, director de la investigación, esta adicción ocurre mayormente en mujeres, suele comenzar en la adolescencia tardía y comienzos de la edad adulta y su frecuencia disminuye con la edad.
Los diferentes estudios sobre esta temática indican que los síntomas de la adicción a las compras están muy relacionados con los síntomas de adicción a las drogas, y se encuentran en mayor riesgo de padecerla las personas con alguno de los siguientes rasgos:
-Extroversión: la hipótesis es que las personas extrovertidas podrían buscar en las compras compulsivas expresar su individualidad o aumentar su estatus social y atractivo personal.
-Neuroticismo. Las personas con este rasgo usarían las compras como vía de escape de los pensamientos negativos y sentimientos de angustia.
-Ansiedad, depresión o baja autoestima: de igual forma, quienes padecen estos síntomas buscarían en las compras una forma de evitar los sentimientos y pensamientos desagradables, aunque paradójicamente la adicción los aumentaría.
Entonces, ¿Qué tipo de personas son tienen el menor riesgo de sufrir esta adicción?
Pues según el estudio citado, serían las personas conscientes, agradables y que disfrutan con los estímulos intelectuales novedosos las que más a salvo se encontrarían de padecerla.
Y una vez que tenemos toda esta información, vamos a ver cuál es la escala de diagnóstico que han ideado los psicólogos de la Universidad de Bergen.
Se trata de asignar uno de los siguientes valores: (0) Completamente en desacuerdo, (1) en desacuerdo, (2) Ni en desacuerdo ni de acuerdo, (3) De acuerdo, (4) Completamente de acuerdo, a cada uno de los siguientes ítems, en función del grado de acuerdo que te sugieran:
-Piensas en comprar cosas todo el tiempo.
-Compras cosas para cambiar tu estado de ánimo.
-Compras tanto que afecta negativamente a tus obligaciones diarias.
-Sientes que cada vez tienes que comprar más y más para obtener la misma satisfacción que antes.
-Alguna vez has tomado la decisión de comprar menos pero no has sido capaz de llevarla a cabo.
-Te sientes mal si por alguna razón no puedes comprar cosas.
-Compras tanto que ha perjudicado a tu bienestar.
Y he aquí el veredicto:
Si has contestado al menos a cuatro ítems con un (3) o con un (4), según el Dr. Andreassen, tienes adicción a las compras. Bueno, ¿Qué tal ha ido?
Puedes ver el artículo original de la investogación aquí.