Todavía me acuerdo cuando Xavier Pirla, en un curso de PNL de Talent Institut, me dijo que probara a marcar mentalmente con fluorescente las cifras a recordar, y vi como curiosamente, podía retenerlas mejor con ese sencillo truco.
Prueba si quieres para ver si percibes diferencia en el recuerdo tras visualizar una cifra concreta como lo haces normalmente y visualizarla por ejemplo en verde fluorescente.
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¿Notas alguna diferencia?Sin embargo, en este post, lo que pretendo es comentar un trabajo científico sobre la memoria llevado a cabo por Boucher y Lafleur, dos investigadores de la Universidad de Montreal en Canadá.
Según los resultados de este estudio, publicado en la revista Conciousness and Cognition, repetir las palabras a recordar en voz alta puede aumentar la memoria verbal, pero sobre todo si estas palabras son dirigidas a otra persona (ahora lo pongo en otro color sólo para resaltar).
Es decir, el efecto memorístico es más eficaz si la repetición de las palabras se hace en un contexto de comunicación.
Como parte del experimento, 44 estudiantes universitarios tuvieron que repetir palabras de cuatro formas diferentes:
-en su cabeza,
-en silencio moviendo los labios,
-en alto mientras miraban la pantalla de ordenador en la que aparecía la palabra y
-en alto dirigiéndose a otra persona.
En todas las condiciones los participantes llevaban unos auriculares en los que se emitía ruido blanco (ruido neutro, sin significado alguno) para enmascarar sus propias voces y cualquier comunicación por parte del auditorio.
Tras la tarea de comprobación de resultados, las palabras menos recordadas eran las que habían sido repetidas mentalmente sin mover los labios, mientras que las más recordadas eran las que habían sido repetidas en alto dirigiéndose a otra persona.
Eso sí, este efecto diferenciador sólo tiene lugar cuando lo que se repite son palabras; si las sílabas no tienen significado, no hay mejoría en la memoria, se dirijan o no dichos sonidos a otra persona.
Puede ser interesante tener esto en cuenta, ahora bien:
¿Has experimentado que tu memoria ha empeorado últimamente?
¿Cuántas veces te has encontrado delante de alguien al que supuestamente estabas escuchando mientras a quien realmente escuchabas era a tu mente?
Sí, a tu mente, a esa que no para de hablar desde que te despiertas hasta que te duermes (cuando ella te deja dormir, claro).
Es como si tuviéramos un televisor encendido en nuestro interior permanentemente. Así que si queremos vivir algo del aquí y el ahora, inevitablemente tenemos que perdernos algunos programas…
¿Qué tal si permanecemos más tiempo en la vida real y menos con ese televisor?
¿O es que has adquirido el hábito de ver la “tele mental” durante casi todo el día?
Estar más en el presente, te ayudará sin duda a acordarte más de lo que ocurre en él.
Y por cierto, que esto de la mala memoria está también muy relacionado con la atención superficial, ya que es lógico que una elevada atención en lo que está sucediendo, es decir, una buena concentración, sea muy útil para poder recordarlo más tarde, ¿no crees?
En resumen, si quieres acordarte mejor de lo que vives, vívelo intensamente, (no superficialmente), atiende plenamente y deja a un lado las “teles mentales” y las virtuales (móviles, tablets) que promueven la atención parcial continua.
Deposita tu atención en una sola cosa para que el contacto con la realidad no sea superficial.
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