Espero que éste sea el primero de una serie de posts en los que hable de diferentes perturbaciones psicológicas apoyándome en el cine, ya que hay películas cuyos personajes reflejan (habitualmente de forma dramática) síntomas por los que se suele acudir a terapia.
Quizás la película que primero me viene a la cabeza es Mr. Jones, interpretada por Richard Gere, por lo cual empezaré con el denominado Trastorno Bipolar.
Esta perturbación, antiguamente llamada trastorno maníaco-depresivo o locura maníaco-depresiva se caracteriza por la alternancia de períodos de manía y períodos de depresión.
Pero, ¿qué es un episodio de manía? Pues se podría definir básicamente como un estado de euforia que suele coexistir con estados de actividad frenética e irascibilidad, que en ocasiones puede derivar en agresividad.
Las personas que la padecen sienten bienestar y omnipotencia a la vez que son muy productivas y apasionadas; no obstante, la rapidez de pensamiento suele degenerar en el atropello y fuga de ideas al tiempo que crece la sexualidad, la energía y el razonamiento se deteriora.
Se suelen formular planes grandiosos, que, al encontrarse con la resistencia de los demás, provocan en el maníaco irritabilidad que puede derivar en hostilidad y agresividad. En ocasiones aparece también la psicosis (delirios y alucinaciones), siendo estos casos los de consecuencias más graves.
Por tanto en la manía aparecen síntomas opuestos a la depresión, pero también algunos síntomas característicos de los estados depresivos, como los problemas del sueño (pueden estar varios días sin dormir) y de ingesta.
Aunque en los períodos maníacos menos intensos estas personas puedan llegar a ser seductoras y capaces de arrastrar e ilusionar a otras personas, en general, las interacciones suelen ser problemáticas, debido a la hiperactividad, intromisiones, conductas destructivas y paranoias que presentan.
Los siguientes fragmentos de la película reflejan en parte estas características, aunque supongo que habrá quien piense que Richard Gere es seductor aunque no padezca bajo un episodio de manía…
Aparte de la fascinación que este tipo de perturbación pueda producir en el observador, quien convive con este tipo de personas puede necesitar también tratamiento psicológico. En ocasiones las personas con este problema pueden “hacer la vida imposible” a sus familiares más cercanos, lo cual es doblemente duro, debido al trauma y conflicto ético que supone el tener que protegerse de las agresiones morales y físicas de un hijo, un hermano, o un padre.
A veces puede diagnosticarse equivocadamente este trastorno, como ocurre con:
-Personas con estados de ánimo variable.
-Personas que sufren una versión menos grave de esta perturbación, denominada ciclotimia.
-Trastornos de la personalidad como el Histriónico.
-Trastornos de base orgánica como el hipertiroidismo, tumores o demencias, o causados por drogas.
Lo cierto es que, desgraciadamente, en ocasiones el término bipolar se utiliza un poco a la ligera, tal como demuestran por ejemplo las páginas en la red que atribuyen a múltiples famosos y genios esta grave perturbación.
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