¿Te gustaría prevenir los conflictos de pareja?
Alguien podría decir que lo mejor para evitar los conflictos de pareja es no tenerla, pero eso sería lo mismo que decir que lo mejor para evitar los accidentes de trabajo es no trabajar…
En cualquier caso, si no quieres ser un single y además no morir en el intento, lee lo que te recomiendo a continuación.
La terapia integral de pareja (TIP), una de las terapias de tercera generación, establece diferentes pautas a la hora de que un terapeuta aplique dicho enfoque psicológico a una pareja con problemas.
No obstante cualquier pareja, cuando el problema es aún incipiente, puede escoger determinados pasos y aplicarlos a modo de “hágalo usted mismo” para evitar precisamente tener que ir a consulta.
El primer paso y el más importante es sentarnos con nuestra pareja para formular el problema que nos preocupa. Esta formulación no es la habitual, ya que no se trata de, como normalmente se hace, echarle en cara al otro lo que pensamos que hace mal, sino de explicarle cómo nos sentimos cuando realiza la supuesta conducta problemática.
Esto que puede parecer baladí, no lo es en absoluto, pues pretende convertir el problema en una fuente de intimidad para la pareja.
Piensa en cualquier problema que tengas con tu pareja y recuerda en qué términos sueles discutirlo…¿te animas a probar esta forma de hablar sobre ello?
Por otra parte, el que la pareja hable sobre “su problema”, ayuda a externalizarlo, de modo que permite observarlo y analizarlo ya con cierta perspectiva.
Una vez formulado el problema en pareja y en el modo descrito podremos subir al siguiente escalón, que es el de la negociación, y, como en toda negociación, ambos miembros de la pareja deberán ceder en algo.
Y una vez que hay acuerdo…estupendo!, será hora de pasar al siguiente apartado. Ahora bien, si no hay acuerdo y el problema es grave, ve pensando si no te merecerá la pena acudir con tu pareja a un profesional especializado.
Lo siguiente ya es más agradable y se ha denominado habitualmente intercambio positivo de conductas; esta herramienta tiene muchas versiones, una de las cuales es que cada miembro de la pareja escriba en un papel cosas que le gusta que el otro haga y a continuación se lo entregue.
Posteriormente, cada uno hará, cuando quiera y sin avisar, alguna de esas conductas para sorprender de forma agradable a la pareja.
Este intercambio, además de divertido, puede ser muy útil a largo plazo, siempre y cuando las “listas de deseos” se vayan actualizando.
Bueno, ¿Qué te parece? ¿Te sientes con ganas de intentarlo?
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