sábado, 5 de diciembre de 2015

¿Dónde somos felices?

Ejercicio, meditación, libros de autoayuda…, mucha gente dice que intenta a través de diferentes medios ser feliz, pero, ¿qué es la felicidad?
Wataru Sato y su equipo de la Universidad de Kyoto creen haber encontrado la respuesta desde una perspectiva neurológica.
Según su estudio, la felicidad en general es una combinación de emociones felices y satisfacción vital que se reflejan en la activación del Precuneus, una región del lóbulo parietal medio, que habitualmente se activa con la experiencia consciente.
Precuneus_animation
El Precuneus es la zona cerebral coloreada
 
La gente siente las emociones de diferentes formas; por ejemplo, alguna gente siente una alegría más intensa al recibir cumplidos que otra. Muchos son los psicólogos que consideran que la combinación de factores emocionales como estos y la satisfacción vital constituyen la experiencia subjetiva de ser feliz.
La felicidad como combinación de emociones felices y satisfacción vital.
La felicidad como combinación de emociones felices y satisfacción vital.
 
El mecanismo neural de cómo emerge la felicidad, en cualquier caso, ha permanecido confuso hasta ahora. Entender este mecanismo, según Wataru Sato, es fundamental para medir de forma objetiva el nivel de felicidad de una persona.
 
Sato y su equipo escanearon el cerebro de los participantes en su investigación para obtener imágenes a través de la Resonancia Magnética (MRI), luego les pasaron un cuestionario que preguntaba por el grado de felicidad habitual, el grado de intensidad de sus emociones habituales y el grado de satisfacción con sus vidas.
 
El análisis de estos datos reveló que aquellos cuyos resultados eran mayores en la escala de felicidad percibida, tenían mayor masa de materia gris en el cerebro.
 
En otras palabras, la gente que sentía la felicidad más intensamente, sentía la tristeza menos intensamente y eran más capaces de encontrar un significado a su vida, tenían un Precuneus mayor.
 
Y ¿para qué nos sirve esta información?
 
Sato asegura que la implicación de este descubrimiento es importante para los programas de entrenamiento en felicidad:
 
“Varios estudios han demostrado que la meditación aumenta la masa de materia gris en el Precuneus. Esta nueva perspectiva sobre dónde ocurre la felicidad en el cerebro será usada para desarrollar programas de desarrollo de la felicidad basados en la evidencia científica”.