domingo, 2 de junio de 2013

LA CONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD

Hasta ahora hemos hablado de la influencia de los genes y del cerebro en la conducta pero gran parte del mérito de nuestra conducta la tiene el entorno.
El medio en el que estamos influye poderosamente en la realidad que percibimos o más correctamente, sobre la realidad que construimos.















Que nosotros construimos la realidad en cada momento es un hecho, y quizás los mayores indicios de esta construcción sean las ilusiones.
Las ilusiones son autenticas creaciones de nuestra mente, que a la hora de interpretar la realidad establece los filtros e interpreta la información que nos llega del exterior de la manera más útil, más funcional (al menos la mayoría de las veces).













Un ejemplo de estas ilusiones, que todavía no está claramente explicado es la Ilusión de la Luna.






Esta ilusión la hemos experimentado todos cuando hemos observado la luna en el horizonte con un determinado tamaño y al rato la hemos visto más alta en el cielo con un tamaño mucho menor.





Hay diferentes explicaciones de este fenómeno aunque de momento ninguna ha quedado como la única, aunque lo que sí está aceptado es la influencia del contexto.
Normalmente cuando vemos la luna en el horizonte suele estar acompañada de la silueta de alguna montaña, de algún edificio, del mar, de una persona; diferentes elementos que quizás sirvan para interpretar la lejanía de la luna, o tal vez para darnos una idea por contraste de su gran tamaño, pero lo cierto es que la vemos mucho mayor que cuando se encuentra en lo alto del cielo.




















Para probar que es una ilusión óptica hay varios "trucos". Uno sencillo consiste en intentar tapar con las manos la visión de los objetos que rodean la luna (las montañas, los árboles, edificios, etc.) con lo que automáticamente veremos la luna a un tamaño más parecido al que apreciaríamos si la luna estuviera en lo alto del cielo.
Otra forma quizás un tanto más excéntrica puede ser abrir las piernas, meter la cabeza entre ellas (siempre refiriéndome a las piernas y la cabeza de la misma persona, ojo) y mirar la luna.








Durante unos instantes, antes de identificar los objetos que rodean a la luna veremos ésta a un tamaño menor.

Curioso, ¿verdad? Esto puede darnos una idea de hasta que punto al construir nuestra realidad nos fabricamos también nuestras propias ilusiones…o nuestros propios límites…o nuestros propios problemas…o retos. 

Y al igual que con la luna hay maneras de cambiar lo que vemos tapando algunas cosas, fijando nuestra atención en otras, cambiando la perspectiva,…muchas veces pasa lo mismo con lo que nos encontramos cada día en nuestra vida.