viernes, 3 de octubre de 2014

A veces puede ser útil detenernos unos instantes, respirar, mirar a nuestro alrededor y ser conscientes de hacia dónde vamos

Hace tiempo leí en algún libro una frase que decía algo así como que es triste subirte a una escalera con gran esfuerzo, mirar alrededor y descubrir que esa escalera no es la tuya.

Bueno, dependerá también del tiempo invertido en subir, no crees?




En cualquier caso, sabemos que aprendemos a base de errores, y, mientras quede tiempo para bajarse de esa escalera y tratar de subirse a otra, tampoco creo que sea necesario deprimirse…


Podemos observar una situación parecida en la siguiente escena de la película de Jose Luis Garci "Verdes Praderas". Vi esta película hace muchos años, y sólo se me quedó grabada la escena en la que un genial Alfredo Landa representa a un hombre de mediana edad que acaba de tener un "insight", es decir, de descubrir algo realmente trascendente en su vida. 





Bueno, creo que la cosa tampoco es para ponerse así...lo importante es que al menos ha dejado por fin de esperar y ha decidido que "su vida" ha llegado. Ahora que es consciente, tiene la posibilidad de cambiar algo…si es que quiere.

Philip Zimbardo usaba en su interesante libro "La Paradoja del Tiempo" una metáfora que me parece muy ilustrativa; decía algo así como que...

…en ocasiones conviene dejar de nadar hacia nuestra meta durante unos momentos y sacar la cabeza del agua…Esos valiosos instantes pueden servirnos no sólo para descansar, sino sobre todo para observar si vamos en la dirección correcta.

¿Has sentido alguna vez la necesidad de detenerte y mirar a tu alrededor?