domingo, 21 de julio de 2013

EMDR



Dicen que Francine Shapiro descubrió el EMDR cuando “aireaba” sus preocupaciones en un parque. Seguía el movimiento de las hojas que caían de los árboles cuando se dio cuenta de que esto disminuía su estrés. A partir de ahí desarrolló la técnica conocida como EMDR (del inglés Eyes Movement Desensitization and Reprocessing), que consiste básicamente en liberar al paciente del contenido traumático de un suceso haciéndole pensar en él y las sensaciones que produce mientras mira fijamente el dedo del terapeuta que se mueve a una distancia de unos 30 centímetros a cada lado alternativamente.
Parece ser que el EMDR es especialmente útil en el tratamiento de miedos y fobias de los niños.
Les dejo un vídeo demostrativo



viernes, 5 de julio de 2013

El Hedonismo Sensorial



Para jugar al juego interior" hay que vivir el presente, que es lo que defiende el llamado Hedonismo Sensorial cuando habla de dejar de no pensar en el pasado o en el futuro cuando estamos haciendo cualquier actividad (por ejemplo ducharnos, lavarnos los dientes, hacer tostadas o cocer un huevo para desayunar).













La forma de vivir el presente es SENTIR el presente: 
ver, escuchar y captar las sensaciones de cada momento; sentir como cae el agua de la ducha sobre la piel, disfrutar de la agradable temperatura del agua, mirar las pequeñas gotas y su trayectoria en la mampara cuando se deslizan sobre ésta, o captar el olor de las tostadas o del pan recién hecho.






























Es curioso ya que el cerebro para ahorrar energía tiende a “desconectar” la conciencia cuando estamos haciendo algo que ya hemos hecho muchas veces anteriormente. Ponemos el piloto automático y empezamos a pensar en diferentes cosas mientras hacemos cualquier rutina como conducir o ducharnos.













Ahorramos energía porque no tenemos que pensar en lo que estamos haciendo sino que podemos poner nuestra “televisión mental” y dejar que nuestros pensamientos escapen y sigan el recorrido que ellos quieran.

Y sin embargo, el enfoque del hedonismo sensorial nos pide que rompamos con este proceso natural y traigamos de vuelta al presente a nuestra conciencia, para que veamos, escuchemos y sintamos lo que estamos haciendo, y disfrutemos de ello.







De ahí los repetidos consejos como por ejemplo volver a casa desde el trabajo por un camino diferente al habitual o modificar el orden del contenido de nuestras rutinas. Estos cambios hacen que el cerebro necesite pensar y vuelva a conectar la conciencia.













Estos fenómenos de desconexión de la conciencia producen las llamadas lagunas temporales, como cuando por ejemplo tras haber conducido un rato con “el piloto automático” no sabemos bien como hemos llegado al trabajo, ni con qué coches nos hemos cruzado en el trayecto.
También dan lugar a las ausencias mentales, en las que hacemos algo como autómatas mientras pensamos en algo que nos abstrae, dando lugar a casos como el del científico despistado que siempre va dándole vueltas en la cabeza a sus investigaciones y no pone asunto en cómo se viste o dónde se sienta.







El hedonismo sensorial ya mencionado es una de las tareas encomendadas al paciente depresivo en la terapia conductual, pues le obliga a desplazar su mente desde su mundo interior y/o de su pasado hacia el mundo externo.





En el caso del paciente ansioso desplaza la mente desde sus rumiaciones o desde el futuro anticipado hacia el presente de su entorno. De ahí que un consejo popular cuando alguien se encuentra triste o estresado suele ser “date una vuelta para que te dé un poco el aire”.







lunes, 1 de julio de 2013

EL MÉTODO DEL JUEGO INTERIOR DEL TENIS



Tras la publicación de su primer libro Timothy Gallwey fue retado por un programa americano para demostrar en vivo que podía enseñar a una persona que nunca había jugado al tenis a hacerlo a un nivel superior al de un principiante y así lo hizo.
En el vídeo podemos observar a una señora de mediana edad llamada Molly, quizás no con el atuendo más apropiado, a la que Gallwey en un principio permite que juegue sin ningún tipo de indicación, y tras enseñarle con su método consigue un resultado más que espectacular teniendo en cuenta las circunstancias.
Gallwey, al observar la tensión que acompañaba al intento de juego de Molly le dijo primero que  cada vez que la pelota botara dijera en alto "bote" y cada vez que le diera gritara "golpe", independientemente de dónde fuera a parar la pelota. 
Con estas instrucciones consiguió que Molly se despreocupara de su entorno y se concentrara solamente en la pelota de modo que sólo estuviera jugando lo que él llamaba el Yo número 2, y quedara anulado el Yo número 1, ese Yo crítico y boicoteador que no nos hace ningún bien en ninguna de las acciones que emprendemos.

Posteriormente Gallwey le dijo que se concentrara sólo en la pelota y por último le enseño el saque como una especie de danza que podía ejecutar mientras cantaba mentalmente, y aquí se muestra el resultado.




En el vídeo podemos observar a un joven Timothy Gallwey demostrando la eficacia de su método de atención y concentración en el momento presente. 
Posteriormente, el método de Gallwey ha evolucionado y se ha extendido hacia diferentes campos como el coaching para ejecutivos.